viernes, 1 de mayo de 2015

Curso de intervenciones sanitarias basadas en la ciencia biomédica (Criterios del grupo Evalmed-GRADE)

La denominación Medicina Basada en la Evidencia procede de la expresión anglosajona “Evidence Based Medicine”. El término anglosajón “Evidence”, que ha sido traducido como “evidencia” por la similitud de ambos términos, realmente significa “prueba”, y ambos vocablos no son sinónimos. Lo que llamamos Medicina Basada en la Evidencia (expresión que, en la actualidad está totalmente consolidada en la comunidad científica de habla hispana) debe entenderse, como sabemos, en el sentido de “Medicina Basada en Pruebas”.

En 1988, Laupacis señaló que los clínicos no tenían un patrón de medida con el que comparar los riesgos y beneficios de los diferentes abordajes terapéuticos. Para que la Medicina pudiese ser realmente científica, su propuesta implicaba que debería someterse a un proceso de verificación empírica, basado en pruebas. En 1992 se publicó en la revista JAMA (Journal of the American Medical Association) el artículo fundacional de la corriente llamada Medicina Basada en la Evidencia, firmado por un grupo de epidemiólogos e internistas vinculados a la McMaster Medical School que se autodenominaron Evidence-Based Medicine Working Group. Este grupo de trabajo, dirigido por Sackett, propugnaba un cambio de paradigma basado en una serie de premisas, una de las cuales señalaba la que, a su criterio, era una deficiencia clave de la Medicina clínica tradicional: La experiencia clínica no sistematizada y la intuición en ocasiones pueden resultar engañosas.
El estudio y comprensión de los mecanismos básicos de la enfermedad constituyen guías imprescindibles pero insuficientes en la práctica clínica, pudiendo llevar a conclusiones incorrectas. El conocimiento psicopatológico y la expe­riencia clínica no son suficientes para establecer juicios como el diagnóstico, el pronóstico y la eficacia de los tratamientos; dan lugar a una medicina basada en la opinión que puede conducir a predicciones inexactas, además de fomentar la variabilidad en la práctica clínica. Como estrategia para resolver esta deficiencia, su propuesta es identificar la mejor evidencia disponible a través de búsquedas en la literatura científica y basar en ellas las decisiones.
Esta estrategia en la toma de decisiones nace, entonces, de la práctica clínica y se concibió inicialmente como una propuesta para la misma, pero en los últimos años se ha extendido a otros niveles de los servicios de salud, como la gestión, la planificación, la evaluación de nuevas tecnologías, etc. En la actualidad, se acepta que los principios de la Medicina Basada en la Evidencia  pueden ser aplicados en todos los campos de la medicina y ayudar a la toma de decisiones a todos los niveles.

Obviamente, ello requiere nuevas habilidades del médico, incluyendo la capacidad de hacer búsquedas bibliográficas eficientes y la capacidad de lectura crítica (con la aplicación de reglas formales de evaluación de la evidencia) de la literatura científica. 
Una de las iniciativas orientadas a consensuar y divulgar criterios para graduar la calidad de la evidencia científica y la fuerza de las recomendaciones para la práctica clínica diaria la constituye el llamado GRADE Working Group (Grupo GRADE, en español), que precisamente toma su nombre del acrónimo formado por las siglas de la expresión anglosajona Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation ("Valoración, Desarrollo y Evaluación de la Graduación de las Recomendaciones"). Si quieres conocer más sobre este planteamiento, puedes visitar la página web del GRADE Working Group (en inglés). 

Galo A. Sánchez Robles es Farmacéutico de Atención Primaria en Cáceres, y es miembro del grupo Evalmed-GRADE, un grupo español de profesionales que realizan evaluaciones de medicamentos siguiendo las propuestas y plateamientos del grupo GRADE (el grupo Evalmed-GRADE tiene también página web propia, en la que se ofrecen a las personas interesadas los resultados de sus diversos trabajos).

Conscientes de que su aportación puede resultar extraordinariamente valiosa para nuestros colegiados, contactamos con él para pedirle que participara en un acto formativo destinado a dar a conocer su forma de trabajo y los criterios que siguen en la evaluación de los beneficios o inconvenientes y riesgos reales que los medicamentos pueden representar. Su generosidad y su implicación personal con la divulgación de estos criterios nos ha permitido organizar un curso que hemos titulado Curso de Intervenciones Sanitarias Basadas en la Ciencia Biomédica, y que se celebrará los próximos días 8 y 9 de mayo (en horario de 8 a 14 horas y de 16 a 20 horas, es decir, 20 horas en total), con una matrícula completamente gratuita para los colegiados que estén interesados.

El curso consta de dos módulos que abordarán cómo evaluar y calcular la relevancia de los ensayos clínicos y de las pruebas diagnósticas.



Hemos solicitado acreditación a la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, por lo que es necesaria la inscripción previa y la acreditación de la asistencia para poder optar a los créditos correspondientes. 

Puedes inscribirte en la actividad a través del formulario de nuestra página web.  

Más información:

Remedios Fernández.
951 019401